Enfermedades tropicales, ecosistema y biocidas
Enfermedades tropicales, ecosistema y biocidas
“La especie humana con su ciencia y su técnica creó biocidas, moléculas xenobióticas que ocasionan la muerte a organismos vivos, por ejemplo, insecticidas a insectos, rodeticidas a roedores, bactericidas a bacterias, herbicidas a vegetales. Hay tranquilidad sin su presencia pero ¿qué acontece con las nuevas moléculas desconocidas por la naturaleza y que para entonces ya circulan por ella?” Conozca los impactos contra el equilibrio de la naturaleza.
Por: Lía Isabel Alvear Ramírez. Liaisabel@une.net.co
Según ha podido comprobar la inquieta mente humana, el planeta Tierra fue fuego, y al compás de la complicidad del tiempo. Hoy tres cuartas partes son agua, por eso es llamado Planeta Azul. El golpe afortunado de un meteorito inclinó su eje 23.5º facilitando el surgimiento de la vida con sus diferentes características, debidas a la cantidad de energía solar que llega a cada rincón del planeta. El sol, el agua, el viento, el incesante movimiento de la Tierra y el tiempo, han determinado diferentes paisajes. Sus habitantes, tanto vegetales como animales, presentan la vida en sus múltiples actividades, formas y colores.
En el trópico donde la energía solar llega en forma perpendicular y, por lo tanto plena, habitaban antaño pueblos que trataron de entender la feracidad del territorio adaptándose a su geografía, su hidrología y a la bondad de sus suelos.
Llega España a trasladar la naturaleza tropical al Viejo Continente….el oro, la plata, la madera, salían en viaje trasatlántico dejando alterada la biosfera americana. La codicia fue tal que la capacidad de la naturaleza para reponerse ha sido insuficiente máxime si con que vinieron otros países y otros intereses.
Así el paisaje fue cambiando, Exuberantes bosques se tornaron potreros; las llanuras de inundación se tornaron poblados….en fin, hubo transformaciones tan veloces que la naturaleza no ha podido adaptarse. Entonces ese equilibrio energético, inestable y dinámico que millones de años de evolución y coevolución acuñaron, se altera, manifestándose de formas no siempre previstas por la inteligencia humana. La deforestación, por ejemplo, resta hojarasca al suelo que ahora desnudo, es fácilmente lavado por la lluvia…….la gravedad hace lo suyo y arrastra el material nutricio junto con casas, enseres y semovientes.
Muchas especies animales causantes de enfermedades, proliferan debido al desequilibrio en los
ecosistemas, dando lugar a la ocurrencia de plagas de las cuales los insectos presentan buenos ejemplos.
Muchas culturas han desarrollado gusto por las soluciones técnicas y, sin querer demeritar su importancia, vale la pena invocar cierta holgura por donde se cuele la duda, debido fundamentalmente a que la especie humana conserva su cordón umbilical con la naturaleza. En consecuencia, las soluciones técnicas hay que sopesarlas a ese tenor, más aún cuando es sabido que la naturaleza se desenvuelve en tiempo geológico, en tanto que la comunidad humana lo hace en minutos, años, siglos y si acaso milenios.
Sucede que especies animales causantes de enfermedades, proliferan debido al mencionado desequilibrio en los ecosistemas, dando lugar a la ocurrencia de plagas de las cuales los insectos presentan buenos ejemplos.
Concurren entonces la ciencia y la técnica a solventar la dificultad, presentando como panacea el desarrollo de moléculas xenobióticas, es decir, extrañas, ajenas a la naturaleza, cuyos resultados valorados en tiempo humano se califican como excelentes, pero que la naturaleza debió, según su propia vivencia del tiempo, manifestarse en contrario.
La especie humana con su ciencia y su técnica creó biocidas, moléculas xenobióticas que ocasionan la muerte a organismos vivos, por ejemplo, insecticidas a insectos, rodeticidas a roedores, bactericidas a bacterias, herbicidas a vegetales. Hay tranquilidad sin su presencia pero ¿qué acontece con las nuevas moléculas desconocidas por la naturaleza y que para entonces ya circulan por ella?.
Algunas son disruptoras endocrinas, es decir afectan la comunicación entre las hormonas y sus receptores celulares que actúan a modo de llave-cerradura, ocasionando respuestas biológicas insospechadas. Por ejemplo, águilas infértiles, panteras sin testoesterona, lagartos con testículos y sin pene, cáncer, infertilidad, feminización de machos y masculinización de hembras.
Varias de estas moléculas pueden recorrer grandes distancias dada su volatilidad y la condición de ciclo en la naturaleza. Una vez aplicadas, parte quedará en la atmósfera y será transportada por las corrientes de aire; otra irá al agua pudiendo regresar a la cadena trofica….baste decir que se han encontrado moléculas biocidas en osos polares y en pingüinos habitantes de ecosistemas poco intervenidos por la especie humana.
La biodiversidad del trópico se ha venido tornando monocultivo, por tanto, las plagas y las enfermedades
tienen estrecha relación con el deterioro del ecosistema
Algunas al disolverse en las grasas se acumulan y, en el recorrido por la cadena trófica, incrementan su cantidad a medida que pasan de un eslabón a otro, grosso modo y en palabras de la bióloga marina Rachel L. Carson, si el plancton tiene 5 microgramos del insecticida de DDD, los peces consumidores del plancton tendrán entre 40 y 300, pero el chorlito marrón, consumidor de peces habrá acumulado 2.500
Ahora bien, la biodiversidad del trópico se ha venido tornando monocultivo, por tanto, las plagas y las enfermedades tienen estrecha relación con el deterioro del ecosistema, debido a la disminución de los controles naturales; en consecuencia, ocurre deterioro en la salud, aspecto que anteriores párrafos fue esbozado; esto condice a padecer las consecuencias del deterioro ambiental y a ver menguada la soberanía.
Respecto al deterioro ambiental, cabe resaltar que los organismos causantes de plagas y enfermedades son en general de ciclo de vida corto, por tanto, en forma relativamente rápida se adaptan a la sustancia biocida creando resistencia, razón por la cual se requiere ir incrementando la dosis de veneno. Aspecto este último que converge en el tema de la soberanía, pues siendo la producción de biocidas negocio exclusivo de las empresas trasnacionales tienen garantizado tanto el negocio como la orientación de las investigaciones.
La observación juiciosa de la naturaleza arroja mucha información sobre organismos que hacen parte de ella y que pueden iniciar el camino a restituir el equilibrio inestable y dinámico perdido. Existen bacterias y hongos que enferman insectos que nos causan daño; existen nematodos que matan larvas de mosquitos, así como peces que se las comen; hay ranas que se alimentan de insectos y algunas están al borde de la extinción sin que la especie humana sepa que la mirada busca la etiqueta de un biocida que garantice una veloz liberación de la molestia y, sin saberlo, una lenta agonía de la naturaleza y el futuro.